Artículos de Opinión

::Opinión – De misión imposible a misión cumplida

El Hércules gana fuera nueve meses después y vuelve a creer lejos de casa.

 

Puerto Banús, cuatro de la tarde. La comida había sido impecable. El vino, correcto. Y las vistas, de postal: el azul del mar compitiendo con el blanco reluciente de los yates, alineados como si alguien los hubiera colocado a propósito para la foto. En la terraza, entre gafas de sol y conversaciones ajenas, una bandera blanquiazul rompía la armonía cromática del lugar, pero no desentonaba. Resistía.

La escena evocaba recuerdos de otra época. De cuando Puerto Banús no solo parecía lujo, sino que lo era. Yates, coches imposibles, nombres propios. Hoy quizá hay menos misterio, más ruido y el mismo brillo reciclado. El glamour sigue ahí, aunque ya no sea el de antes. Se exhibe. Se fotografía. Se consume.

A pocos minutos de ese decorado perfecto, lejos del champán y de la vida bella, el Hércules CF jugaba a otra cosa. El partido estaba a punto de empezar. Un partido incómodo, de los que pueden arruinar una postal. Y con una urgencia clara de fondo: ganar fuera de casa después de nueve meses.

MarbellaCF

No fue una victoria como aquella de hace años en el Camp Nou. No tuvo esa épica ni grandes alardes. Fue otra cosa. El equipo entendió pronto qué partido le convenía jugar y, sobre todo, cuál no. Aceptó momentos de incomodidad, evitó el intercambio de golpes y eligió la paciencia como aliada.

El Marbella tuvo más balón y más presencia, pero le faltó claridad. El Hércules, en cambio, supo esperar. Supo sostenerse. Y cuando llegó su momento, no lo dejó pasar. Una acción bien trazada, una decisión correcta y un golpe preciso bastaron para inclinar la balanza. A partir de ahí, el partido entró en ese terreno poco vistoso pero tremendamente eficaz que tanto cuesta dominar lejos de casa. Orden, oficio y control fueron las claves para llegar a los minutos finales sin sensación de angustia.

La victoria no cambia la temporada ni despeja todas las dudas, pero sí refuerza la confianza del equipo. Ganar fuera después de nueve meses no es solo romper una racha: es quitarse una losa.

Por la noche, nada había cambiado en Marbella. Las luces del puerto se reflejaban en el mar, anunciando otra velada de cenas caras, copas largas y diversión asegurada. Pero la fiesta de verdad viajaba a Alicante, y no es para menos: después de nueve meses en posproducción, la película estaba por fin terminada. De misión imposible a misión cumplida. Y sí, esta vez, con final feliz.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba