

La cifra es tan descomunal que convierte esta compra en la segunda más grande de la historia del sector, solo por detrás de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft (68.700 millones). Y lo más llamativo no es solo el dinero, sino quién está detrás.
¿Quién ha comprado EA?
El nuevo propietario será un consorcio formado por tres actores clave:
- El Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudí, que ha intensificado su presencia en el mundo del entretenimiento y el deporte.
- Affinity Partners, un fondo privado fundado por Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump que está siempre de alguna manera en todos los berenjenales.
- Silver Lake, una firma de inversión tecnológica con fuerte influencia en Silicon Valley.

¿Qué cambia para EA?

Desde EA se ha comunicado que esta compra “acelerará su visión estratégica para avanzar en el futuro del entretenimiento”, y que se buscará “crear experiencias transformadoras para inspirar a las generaciones venideras”.
¿Y qué pasa con FIFA, EA Sports FC y LaLiga?

En cuanto a EA Sports FC, sucesor del mítico FIFA, no hay señales de cambios inmediatos. Pero al tratarse ahora de una empresa privada, podrían producirse ajustes en el modelo de negocio, en la monetización o incluso en la estrategia creativa. ¿Más micropagos? ¿Nuevas plataformas? ¿Expansión hacia el metaverso? Todo está sobre la mesa.
¿Por qué esta compra es tan importante?
Porque no solo afecta a EA, sino al equilibrio de poder en la industria del videojuego. Arabia Saudí, a través del PIF, ya ha invertido en eSports, fútbol y cine. Ahora, con EA en su cartera, controla una de las mayores fábricas de contenido digital del planeta.
Y la presencia de Jared Kushner añade una capa política que no se puede ignorar. ¿Es esta una operación puramente financiera o hay intereses geopolíticos detrás? ¿Cómo afectará esto a la independencia creativa de los estudios? ¿Veremos cambios en los contenidos, en los mensajes o en la forma de distribuir los juegos?. Continuará…