Durante casi un año, cada viaje del Hércules era sinónimo de frustración. Nueve desplazamientos, cero alegrías. Hasta que llegó Marbella. Allí, en el Banús Football Center, el equipo alicantino encontró lo que tanto buscaba: tres puntos y un respiro. No fue un recital, pero sí un triunfo que vale más que una simple cifra en la clasificación. Es el tipo de victoria que cambia estados de ánimo, que devuelve la fe en un proyecto.
El partido arrancó con un Marbella ambicioso, dueño del balón y de las ocasiones. Rodri tuvo dos cabezazos peligrosos, Puñal obligó a volar a Carlos Abad y hasta hubo un gol anulado a Rodri por fuera de juego. El Hércules, mientras tanto, se defendía con orden. Abad estuvo impecable, Rentero colosal omnipresente en la medular, Monsalve y Mangada taparon cada hueco. El plan era claro: resistir y esperar el momento.
Ese instante llegó nada más empezar la segunda parte. Minuto 49. Rentero recupera en el centro, Aranda conduce con calma y abre a la izquierda. Allí aparece Unai Ropero, que había sido duda hasta última hora. Controla, recorta y golpea con la derecha. El balón sale raso, potente, buscando el palo más lejano. Manu García se estira, pero no hay milagro. Gol. El primero del Hércules fuera de casa en toda la temporada. El cuarto en la cuenta personal de Ropero, que aguantó una hora sobre el césped y dejó el partido visto para sentencia.
A partir de ahí, el choque cambió de tono. El Marbella se volcó, Movilla movió el banquillo, pero sin ideas claras. Los locales abusaron del centro lateral y se toparon una y otra vez con una defensa herculana que no concedió nada. El Hércules, mientras tanto, se sintió cómodo, maduro, capaz de gestionar la ventaja sin renunciar a su idea. Monsalve y Mangada se multiplicaron, Sotillos y Rojas mantuvieron la verticalidad y el equipo supo sufrir sin renunciar a su identidad.
Este triunfo no es casualidad. Es el reflejo de un grupo que ha decidido creer en sí mismo y en el plan de su entrenador. Beto Company, sancionado y fuera del banquillo, había dejado claro que no quería especular. Ni las bajas de última hora de Samu Vázquez y Galvañ, ni la presión por ganar fuera le hicieron cambiar el guion. Apostó por la valentía y ganó.
El Marbella se hunde un poco más: cuatro puntos de 18 con Movilla, cuatro derrotas por 1-0 y una sequía que amenaza con condenarles si no cambia el guion en la segunda vuelta.
El Hércules se marcha al parón con tres puntos que saben a gloria, con la sensación de que la liga sigue abierta y con la esperanza de que el mercado invernal traiga el empujón definitivo. Hace cinco jornadas, pensar en mirar hacia arriba parecía una quimera. Hoy, no tanto.
Ficha técnica
Marbella FC: Manu García, Valentino (Jorge Álvarez, min. 75), Puñal, Escassi, Álex Martínez, Álex López (Tomi, min. 80), Eugeni, Hicham (Alexiel, min. 75), Cambra (Du, min. 80), Luis Alcalde (Luis Muñoz, min. 59) y Rodri.
Hércules CF: Abad, Sotillos, Rentero, Nacho Monsalve, Javi Jiménez (Rolo, min. 86), Carlos Rojas (Slavy, min. 71), Vique Gómez, Mangada, Aranda (De Palmas, min. 86), Ropero (De Palmas, min. 58) y Fran Sol (Retu, min. 71).
Árbitro: Morona del Campo (Madrid). Amonestó al local Rodri y al visitante Mangada.
Gol: 0-1, min. 49: Ropero.
Campo: Banús Football Center.
