El Pitiu Rochel se prepara para una noche de emociones fuertes. Este miércoles, el Horneo EÓN Alicante recibe al Viveros Herol BM Nava en un choque que huele a final anticipada. No es solo el último partido del año en casa, es una batalla directa por seguir respirando en la Liga NEXUS ENERGÍA Asobal. Ambos equipos llegan empatados a 8 puntos, separados por un suspiro en la clasificación: EÓN en la 13ª posición, Nava en la 14ª, justo en el puesto de promoción.
La tensión está servida. El equipo alicantino quiere cerrar 2025 con una sonrisa y, de paso, regalar a su afición la tercera victoria en el Pitiu Rochel. La última vez que sonó la bocina allí, el marcador fue una fiesta: 39-35 frente a Cajasol Ángel Ximénez Puente Genil. Pero esta vez el premio es mucho más grande: la tranquilidad de acabar el año fuera del peligro.
¿Cómo llegan los protagonistas?
EÓN Alicante ha demostrado que sabe sufrir y crecer. El domingo rozó la épica en León, cayendo por la mínima (29-28) ante un ABANCA Ademar que juega en Europa. Señal clara de que este equipo ya no se achica ante nadie. Enfrente, un Nava que viene con la moral por las nubes tras tumbar en su casa al segundo clasificado, Logroño La Rioja (21-17). Eso sí, lejos de su pabellón, los números son crueles: cero victorias a domicilio.
Los datos hablan: los de Senovilla suman 4 triunfos y 9 derrotas, con 376 goles a favor y 411 en contra. Su referencia ofensiva es Joao Bandeira, que ya ha firmado 52 dianas esta temporada. Y ojo al morbo: en la plantilla visitante está Josu Arzoz, ex del EÓN y pieza clave en el histórico ascenso del club. En el otro lado, Laucha Robledo y Borja Méndez se reencontrarán con viejos compañeros.
Más que balonmano: la Navidad también juega
Este partido no solo se juega en la pista. El EÓN mantiene su tradición solidaria: todo aquel que lleve un juguete al pabellón tendrá entrada gratuita para animar al equipo en esta cita crucial. Una manera perfecta de unir deporte y corazón en la última gran noche del año.
El balón empezará a rodar a las 19:30h, pero la historia se escribe desde ya: ¿será el Pitiu Rochel el escenario de la tercera victoria local y el salto definitivo hacia la permanencia?




