
El Pedro Ferrándiz fue un volcán. Más de 2.000 gargantas rugieron durante 40 minutos en un partido que tuvo de todo: ritmo frenético, tensión máxima y un desenlace cruel para el HLA Alicante. El equipo alicantino, que hasta ahora no conocía la derrota en casa, vio cómo su racha perfecta se esfumaba por un solo punto: 88-89. Y lo hizo en la última jugada, con una bandeja que rodó por el aro y salió para desesperación de todo el pabellón.
Rubén Perelló lo había avisado: “Las derrotas llegarán”. Y llegaron. En apenas siete días, el Lucentum ha probado más veces el sabor amargo que en toda la temporada. Pero si hay algo que no se puede reprocharle al equipo es carácter. Porque este partido fue una batalla de principio a fin.
El primer cuarto fue un intercambio de golpes sin tregua. Alicante quería correr, Oviedo aceptó el reto y el ritmo se disparó. Larsen volvió a imponer su ley en la pintura y Sebastian Aris aportó chispa, pero los asturianos respondieron con acierto exterior y músculo en el rebote. Empate a 21 y todo por decidir.
El segundo cuarto mantuvo la tensión. Oviedo demostró que no había venido de paseo y Alicante tiró de su segunda unidad para mantenerse arriba. Álex Jordà lideró ese tramo y el Lucentum llegó al descanso con una mínima ventaja (43-42). El partido era precioso, con dos equipos valientes y sin miedo a equivocarse.
Tras el paso por vestuarios, apareció Jordan Walker en modo estrella. Cinco puntos seguidos para abrir el tercer cuarto y levantar al público. Pero Oviedo no se inmutó. Ajustó su defensa, castigó en transición y firmó un parcial que obligó a Perelló a parar el partido (57-59). El tercer acto terminó con todo abierto (63-64) y la sensación de que el desenlace sería épico.
Y lo fue. El último cuarto fue un thriller. Alicante sufría en el rebote y Oviedo lo aprovechaba para sumar segundas oportunidades. Marques Townes se puso la capa de héroe y firmó una exhibición: 30 puntos y liderazgo absoluto en los momentos calientes. A falta de medio minuto, Oviedo ganaba por dos. Alicante tuvo la bola para empatar o ganar. Mike Torres penetró, lanzó… y la bandeja se salió. El Pedro Ferrándiz contuvo la respiración y explotó en lamento. Townes no falló desde el tiro libre y, sobre la bocina, Torres anotó desde su campo para maquillar el marcador. 88-89. Cruel, pero real.
Oviedo se lleva la machada y Alicante pierde su condición de invicto. Pero si algo dejó claro este partido es que el Lucentum tiene alma y que la LEB Oro nos va a regalar emociones fuertes.
Ficha técnica
Marcador por cuartos: 21-21, 43-42, 63-64 y 88-89
HLA Alicante (88): Aris (10), Mwema (2), Sergio Val (0), Coulibaly (2), Kevin Larsen (16), Ismael Tamba (2), Richardson (4), Álex Jordà (10), Jordan Walker (24), Geu (0), Llorente (0) y Mike Torres (16).
Alimerka Oviedo (89): Townes (30), Faure (2), Parham (14), Duscak (3), Copes (3), Shelist (8), Hermanson (6), Nwaokorie (17), Cosialls (6), González (0), Silverio (0) y Lobaco (0).
Árbitros: Sandra Sánchez, Pablo Rodríguez y Alejandro López.
Pabellón: Pedro Ferrándiz, ante más de 2.000 espectadores.




