
El Real Madrid necesitaba una noche así tras el At. de Madrid.
Después del varapalo en el Metropolitano, el equipo blanco tenía una deuda pendiente con su afición. Y qué mejor escenario que el Santiago Bernabéu, lleno hasta la bandera, para saldarla. El rival no era cualquiera: un Villarreal que llegaba con la etiqueta de incómodo, con un plan claro y con la intención de pescar en río revuelto. Pero no contaban con que Vinícius iba a volver a ser ese jugador que rompe partidos, que enciende estadios y que, cuando está inspirado, es simplemente imparable.
El primer tiempo fue una partida de ajedrez. Marcelino sorprendió dejando en el banquillo a sus dos principales amenazas ofensivas, Mikautadze y Pepé. Su apuesta era clara: aguantar, cerrar espacios y esperar su momento. Y durante 45 minutos, el plan funcionó. El Madrid dominaba, sí, pero sin profundidad. Mbappé apenas encontraba espacios entre líneas, Güler lo intentaba sin éxito desde fuera del área, y Vinícius chocaba una y otra vez con un Mouriño que acabaría pagando caro su osadía.
El Villarreal incluso tuvo la más clara del primer acto: Oluwaseyi se plantó solo ante Courtois, pero el belga volvió a demostrar por qué es uno de los mejores del mundo. El Madrid también tuvo las suyas: Mastantuono falló a puerta vacía tras una gran jugada de Mbappé, y Tchouaméni rozó el gol con un cabezazo que se fue lamiendo el palo.
El show de Vinícius
Todo cambió tras el descanso. En el 47’, Vinícius se sacó un disparo que, tras tocar en Comesaña, se coló en la portería de Arnau Tenas. El Bernabéu estalló. El gol liberó al equipo y, sobre todo, al brasileño, que empezó a jugar con esa mezcla de descaro y electricidad que lo hace único.
El Villarreal intentó reaccionar con los cambios, pero el Madrid ya era un vendaval. En el 69’, Vinícius volvió a aparecer, esta vez provocando un penalti tras una carrera en la que Rafa Marín no supo frenarle sin cometer falta. Mbappé, en un gesto de generosidad, le cedió el balón. El brasileño no falló, aunque su disparo fue más corazón que precisión. 2-0 y el partido parecía encarrilado.
Pero el fútbol siempre guarda un giro inesperado. En el 73’, Mikautadze, que había entrado tras el descanso, soltó un derechazo desde la frontal que sorprendió a Courtois y devolvió la emoción al partido. El Villarreal se creció, pero su ímpetu se frenó en seco cuando Mouriño vio la segunda amarilla por un agarrón a Vinícius. El brasileño le había vuelto loco.

Mbappé cierra la noche… y salta la alarma
Con uno más, el Madrid se sintió cómodo. Bellingham, que había entrado en la segunda parte, se reivindicó con una acción de garra: robo en campo rival, pase medido a Brahim y asistencia perfecta para que Mbappé cerrara la noche con el 3-1. El francés celebró con rabia, pero poco después encendió las alarmas al retirarse con molestias en el tobillo.
El Bernabéu despidió a los suyos con una ovación. No solo por el resultado, sino por la actitud. El Madrid volvió a ser reconocible: presión alta, velocidad, asociaciones rápidas y un Vinícius que, si mantiene este nivel, puede volver a soñar con todo.
Ficha técnica
Jornada 8 – LaLiga EA Sports
Estadio: Santiago Bernabéu
Asistencia: 75.216 espectadores
Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández (Comité Islas Baleares)
Amonestaciones:
Estadio: Santiago Bernabéu
Asistencia: 75.216 espectadores
Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández (Comité Islas Baleares)
Amonestaciones:
- Real Madrid: Tchouaméni (33’), Mastantuono (45+1)
- Villarreal: Cardona (12’), Pape Gueye (69’)
Expulsión: Mouriño (21’ y 77’)
Real Madrid: Courtois; Fede Valverde, Militao, Huijsen, Carreras; Tchouaméni, Ceballos (Bellingham, 64’), Güler (Camavinga, 64’); Mastantuono (Brahim, 75’), Vinícius y Mbappé (Rodrygo, 83’).
Villarreal: Arnau Tenas; Mouriño, Rafa Marín, Renato Veiga, Sergi Cardona; Partey, Pape Gueye (Pedraza, 73’), Comesaña (Dani Parejo, 86’); Buchanan (Mikautadze, 46’), Moleiro (Pepé, 46’) y Tani Oluwaseyi (Altimira, 82’).
Goles:
- 1-0, m.47: Vinícius
- 2-0, m.69: Vinícius (penalti)
- 2-1, m.73: Mikautadze
- 3-1, m.81: Mbappé
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio en memoria del exportero madridista José Araquistáin.