
El Palau d’Esports vivió este domingo un partido que no fue apto para cardíacos. El Balonmano Servigroup Benidorm se impuso por 34-29 a Anaitasuna en un duelo directo por la zona alta de la División de Honor Plata. Más que dos puntos, esta victoria significa un aviso claro: los de Marko Krivokapic quieren volver a la élite y no piensan esperar demasiado.
Un arranque frenético y un pulso igualado

El choque comenzó con un ritmo endiablado. Benidorm salió con una velocidad que no había mostrado en jornadas anteriores, pero Anaitasuna aceptó el reto y respondió con la misma intensidad.
El choque comenzó con aviso inmediato: Iker Elola abrió el marcador para Anaitasuna a los 33 segundos, dejando claro que los navarros no venían de paseo. La respuesta fue fulminante: Hugo Vila empató y dio inicio a un intercambio frenético de goles que mantuvo al público pegado al asiento.
El fichaje que cambió el guion

Tras la reanudación, llegó el momento clave: el debut del serbio Uros Ostojic. El recién llegado se convirtió en el hombre del momento: goles, presencia y carácter para cambiar la dinámica. Con él en pista, Benidorm empezó a mandar en el marcador y a imponer su ritmo y logró su primera ventaja clara (21-19) en el minuto 35, obligando a Nacho Moyano a pedir tiempo muerto para frenar la sangría.
Anaitasuna, a la desesperada

Los navarros lo intentaron todo, pero las prisas les jugaron una mala pasada. Pérdidas de balón, ataques precipitados y una defensa cada vez más vulnerable permitieron a Benidorm mantener la distancia. Incluso las polémicas arbitrales del tramo final no cambiaron el desenlace: 34-29 y tercera plaza compartida con A Coruña y Puerto Sagunto próximo rival de los de Benidorm en un duelo en la cumbre.

Próxima parada: Puerto Sagunto
El calendario no da tregua. La próxima semana, Benidorm visita a Puerto Sagunto en una liza que puede ser decisiva para consolidar su candidatura al ascenso. Si los de Krivokapic logran otro golpe de efecto, el liderato podría quedar a tiro.






