

Alicante – No hay focos, no hay titulares, no hay medallas. Pero sin ellos, no hay partido. El Akra Barbara Rugby Club ha hecho lo que muchos clubes deberían hacer más a menudo: parar, mirar alrededor y dar las gracias. No a los que marcan ensayos, sino a los que montan los palos. No a los que celebran victorias, sino a los que recogen después. A los que cocinan, limpian, gestionan, trasladan, comunican, curan, animan y sostienen.
En un emotivo mensaje publicado en sus redes sociales, el club alicantino ha reconocido públicamente la labor de su equipo de voluntariado. Un grupo humano que, sin cobrar un euro, convierte cada jornada en una experiencia deportiva completa. Desde el montaje del campo hasta la gestión de patrocinios, desde la cocina del tercer tiempo hasta la fotografía que inmortaliza el esfuerzo. Son ellos los que hacen que un club amateur funcione como uno semiprofesional.
“La parte bonita del deporte es la que se ve, pero la infraestructura más fuerte es la que no se ve: a que construís día a día, con vuestro compromiso y vuestra pasión.”
Con esa frase, el Akra resume lo que muchos sienten pero pocos dicen. Porque el rugby, como tantos otros deportes minoritarios, no se sostiene por sí solo. No hay grandes presupuestos, ni contratos millonarios, ni estructuras profesionales. Hay pasión. Hay tiempo robado al descanso. Hay manos que se ofrecen sin pedir nada a cambio.
Y lo que ha hecho Akra Barbara no es solo un gesto interno. Es un altavoz. Es una forma de decirle al mundo que el deporte necesita más que talento: necesita compromiso. Y ese compromiso lo encarnan los voluntarios. Los de Akra, sí. Pero también los de todos los clubes que cada fin de semana hacen magia con lo justo.
Y desde la Fundación Globalon sabemos de ello porque nuestro medio no es un medio al uso, es un medio lleno de voluntarios que entienden que hay vida tras los grandes clubes nacionales, los cracks mediáticos, y las grandes sumas de dinero y lujo, que tras eso hay otro deporte, el deporte puro, el deporte de al lado que se sostiene con titanes que apasionados por lo suyo dejan su tiempo libre, sus pequeños recursos, parte de su vida para que todo esto funcione. Sin ellos simplemente, no sería posible.
Un homenaje que se extiende
Desde Globalon, recogemos ese testigo y lo ampliamos. Porque este reconocimiento no es solo para los voluntarios del rugby, que también. Ese deporte es algo especial. Es para los que hacen posible el fútbol base en campos de tierra. Para los que montan porterías de hockey en pabellones vacíos. Para los que llevan agua, cortan fruta, cosen camisetas, gestionan redes sociales, buscan subvenciones, limpian vestuarios, recogen y reparten jugadores a sus casas, entregan altruistamente su tiempo y aún así, sonríen.
Es para los padres que se convierten en delegados. Para los estudiantes que hacen de fotógrafos. Para los jubilados que abren el campo antes de que amanezca. Para los que no salen en la foto, pero sin los cuales, simplemente, no habría foto.
Enhorabuena al Akra por esta iniciativa tan a la altura de un gran club y por hacernos recordar a todos la importancia de los imprescindibles en la sombra.
Gracias a todos porque disfrutamos de esto por vosotros.


