

El Román Valero presentaba un buen ambiente que tanto dignifica la Segunda Federación, un domingo fresco en Madrid y dos equipos con urgencias muy distintas. El Moscardó, obligado a sumar para no despegarse de la salvación. El Intercity, presionado por la necesidad de reconectar con su mejor versión y demostrar que sigue siendo un candidato con recursos.
El equipo alicantino venció 1-3 con solvencia, sin necesidad de un fútbol exuberante, pero sí mostrando orden, pegada y un plan claro. El Moscardó, en cambio, volvió a castigarse a sí mismo con errores graves que deshicieron cualquier plan y destaparon un malestar interno que ya no se oculta puertas adentro.
El partido arrancó con ritmo, pero también con la sensación de que el nerviosismo local podía costar caro. Y así fue. En el minuto 12, un centro sin excesivo peligro terminó en autogol de Molina, que desvió la pelota hacia su red sin opción para Guille. Un golpe difícil de digerir en un equipo al que cada gol encajado le pesa por partida doble.

El Intercity, cómodo, estiró líneas y comenzó a encontrar espacios. En el minuto 21, Emilio Nsue culminó un remate en un corner mal defendido por el Moscardó que desesperaba al técnico local Javi Poves, con remate limpio del visitante para firmar el 0-2, aprovechando una defensa desordenada que dejó hasta tres jugadores libres en el área. Una acción que retrató una de las grandes preocupaciones del día: la falta de atención en momentos clave.
La segunda mitad mantuvo la tónica. El Intercity controló tiempos, se replegó cuando hizo falta y buscó transitar con velocidad. En una de esas acciones, los visitantes provocaron un penalti que Julio Gracia convirtió en el minuto 69 para ampliar la distancia hasta el 0-3. Parecía el cierre definitivo… hasta que, tres minutos después, Marco Siverio redujo distancias con un remate cruzado que dio algo de vida al Moscardó.
Los locales apretaron en los últimos 20 minutos, justo cuando el Intercity acusó las lesiones y tuvo que tirar de fondo de armario. Solo 20 minutos de presencia local era bagaje insuficiente para sacar algo positivo del partido por parte de los de Moscardó. Los madrileños pidieron un posible penalti no señalado y protestaron la gestión del tiempo añadido por lo que entendieron pérdida de tiempo del Intercity, lo que encendió algo más al público, pero en lo futbolístico la reacción se quedó corta: intensidad sí, peligro real muy poco.
Colonia Moscardó 1 – Intercity 3
1 – Moscardó: Guille; Recalde, Irazu, Adrián Jiménez, Isra (Akapo 46’); Albur (Valcarce 46’), Pedro, Molina (Mauro 60’), Borona (Segovia 46’); Marco Siverio, Abreu.
3 – Intercity: Mackay; Pol Roigé (Diallo 64’), Roi Torres (Santamaría 69’), Diego Royo, Primi, Marc Martínez; Toni Arranz, Álex Gil (Herrera 64’), Julio Gracia (Wesley 86’); Emilio Nsue, Sito.
Goles: 0-1 (12’): Molina, en propia puerta. 0-2 (21’): Emilio Nsue. 0-3 (69’): Julio Gracia de penalti. 1-3 (72’): Marco Siverio.

Árbitro: Alberto Sevillano Marín (andaluz). Amarilla a Valcarce; Sito, Marc Martínez y Diallo.
Incidencias: Román Valero. Unos 470 espectadores.
Las palabras que incendiaron el pospartido
Si el marcador ya era duro para el Moscardó, las declaraciones de su técnico y presidente, Javier Poves, fueron un terremoto emocional y deportivo. Sin paños calientes, el entrenador lanzó un mensaje directo:
Gol en propia puerta en el minuto 10, córner en el 20 con tres jugadores del Intercity rematando solos y un penalti… poco más que decir. Errores individuales que te condenan.
El técnico aseguró sentirse muy presionado en su doble rol dentro del club y afirmó que el «enemigo del Moscardó está en sus propios jugadores, deportivamente«. Su valoración fue cruda:
Unos jóvenes con energía, intensidad, atención o corazón serían suficientes para evitar muchos de los goles que encajamos nosotros.
El análisis continuó en la misma línea dura y directa tan propia de Poves:
— “Nosotros hemos hecho el ridículo”.
— “El equipo no tiene salvación”.
— “24 goles en contra y 20 de risa… es imposible salvarse”.
— “Ahora no puedo cambiar a 7-8 jugadores. No puedo. No hay posibilidad de salvación”.
— “Hay que estar con esta plantilla hasta enero, y esta plantilla no da el nivel. Los que más cobren tendrán que salir”.
Un discurso tan explícito como inhabitual en la categoría, que dejó helado al entorno del Moscardó y reflejó la tensión interna que vive el club.
La visión del Intercity: un triunfo que da aire y confirma el plan
En el otro vestuario, la lectura fue diametralmente opuesta. Javi Moreno, técnico del Intercity, resaltó la solidez y la respuesta del grupo:
Defensivamente hemos hecho un partido serio. Al contraataque hemos hecho daño y en la segunda parte hemos sabido sufrir.
Destacó también la aportación de los suplentes ante las lesiones:
Los sustitutos han dado el nivel. Esto es un equipo y así debe ser.
El entrenador subrayó que su equipo, por juego, “debería ir más arriba”, aunque reconoció que la clasificación refleja el lugar que merece “por otros factores”. Y añadió un mensaje de cautela:
El Grupo 5 es muy parejo. Cualquier equipo te puede ganar.
Sobre lo que viene, Moreno apuntó al próximo duelo contra el Rayo B, un equipo que “como todo filial, es complicado”. La victoria, recordó, era especialmente necesaria:
Veníamos de perder contra el Coria y estos tres puntos nos dan tranquilidad para trabajar esta semana.
En resumen: un Intercity que recupera pulso y un Moscardó atrapado en un bucle emocional y deportivo del que, por ahora, no encuentra salida.
Resumen de la jornada: los de arriba aceleran y el Tenerife B se descuelga
La zona alta no falló: los cuatro primeros ganaron, aprovechando la dura derrota del Tenerife B ante el Navalcarnero, un golpe que agranda la brecha entre perseguidores y perseguidos.
El Rayo Majadahonda encadenó su sexto triunfo consecutivo, imponiéndose en El Val gracias a un penalti muy discutido transformado por Amaro y rematado en el segundo acto por Dani Plomer. El Getafe B, superior al Socuéllamos, solo pudo resolver desde los once metros, otra pena máxima polémica que Rubi Torres convirtió. El Socuéllamos, además, cae al último puesto.
El Coria vivió un partido de desgaste tras la expulsión de Iñaki León, pero supo resistir y Jacobo castigó la falta de ambición del filial canario. Siete de nueve puntos esta semana para un equipo que ya se asienta arriba.
El Sanse remontó al Orihuela en un choque directo entre aspirantes, mientras que el Conquense asciende a la sexta plaza tras derrotar a un Fuenlabrada que vuelve a caer al descenso.
El Ilicitano rompió una racha de siete partidos sin ganar al imponerse al Rayo B, próximo rival del Intercity.
La jornada se cerró con un zurdazo de Fita en el 93’, que sacó al Quintanar del farolillo rojo y puso el broche emocional al fin de semana.




