
En los últimos años, títulos como Skate han logrado algo que antes parecía impensado: acercar a miles de jóvenes al mundo del patinaje.
Lo que comenzó como una experiencia virtual se ha convertido en un puente que conecta a nuevos aficionados con el deporte real, transformando el modo en que se percibe el skateboarding.
El videojuego Skate, desarrollado por Electronic Arts, se caracteriza por su jugabilidad realista y su innovador sistema de control, que simula los movimientos de la tabla mediante el uso de los joysticks.
A diferencia de otros títulos más “arcade”, esta propuesta exige precisión, creatividad y paciencia, aspectos que reflejan la práctica auténtica del deporte.
Esa fidelidad ha despertado el interés de jugadores que nunca habían tomado una patineta.
Según testimonios en comunidades en línea, muchos de ellos han dado el salto del mando a la pista, motivados por la curiosidad de probar en la vida real lo que experimentaron en el videojuego.
Además, la cultura que rodea al skate —la música, la moda, la libertad creativa— se ve reflejada en el juego, lo que contribuye a que nuevas audiencias se sientan atraídas no solo por la práctica deportiva, sino también por el estilo de vida que la acompaña.
Expertos en deportes urbanos señalan que este fenómeno no es aislado: los videojuegos deportivos se están consolidando como semilleros de futuros atletas.
En el caso del Skate, ha pasado de ser un simple entretenimiento digital a convertirse en una puerta de entrada a una disciplina que en 2021 debutó incluso como deporte olímpico.